¿Con qué me lavo una herida?

Hasta ahora siempre se había dicho, mas bien existía la vieja creencia, que el agua del grifo no era muy recomendable para lavar las heridas, sino que era mejor utilizar solución salina (que es lo que se utiliza actualmente). Pues bien, un estudio, realizado por The Cochrane Library, revela ahora, tras comprobar 11 ensayos clínicos, que el agua del grifo es mejor. Es recomendable tanto para evitar infecciones como para acelerar el proceso curativo de las heridas producidas por una cirugía. Eso sí, no se recomienda en aquellos países que tengan problemas con el suministro de agua potable.
Las ventajas que tiene el agua del grifo, respecto a la solución salina, es que es más barata y accesible. Además vieron que para heridas graves y heridas que habían recibido sutura, los pacientes que fueron curados con agua del grifo tuvieron menos infecciones que aquellos que fueron tratados con solución salina.

Así que ya sabéis ¡¡el agua del grifo cura las heridas!!

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